Celebrando el Día de la Madre: Un Día para Reflexionar y Honrar

En el calendario, el primer domingo de mayo marca una ocasión especial: el Día de la Madre. Es un día donde reconocemos y celebramos el inmenso amor, sacrificio y dedicación que nuestras madres entregan a lo largo de sus vidas. Sin embargo, para muchos, este día no es un motivo de celebración, sino una oportunidad para reflexionar sobre la complejidad de las relaciones maternas o bien para homenajear a quienes ya no están.

El Día de la Madre es un día de gratitud para quienes nos dieron la vida o bien para quienes ejercieron un papel de madres, nos cuidaron y nos guiaron en nuestros momentos vitales. Agradecer es de esos sentimientos que nos alargan la vida, pues contrarrestan el enfado, la melancolía o la envidia.

Sin embargo, quería sensibilizar y empatizar con otras realidades que acompaño en mis terapias, y es que éste día también trae consigo sentimientos complicados. Para aquellos que adolecen porque han perdido a sus madres o para quienes tienen relaciones difíciles con ellas, el Día de la Madre puede evocar tristeza, nostalgia o incluso un gran dolor. Es importante recordar que cada experiencia materno-infantil es única, y lamentablemente no todas están marcadas por el amor incondicional y el apoyo constante.

Imagen de Lin Tong en Pixabay

Recuerdo un caso entre muchos, suelen repetir algo como lo siguiente: «me siento horrible por contarte cosas sobre mi madre, por contarte lo que me hacía sentir y continúo sintiendo, porque quizás te puede parecer imposible viniendo de una madre»

Como psicóloga, con frecuencia trabajo dando apoyo psicológico a aquellos que encuentran este día desafiante, pues llevan dentro historias maternas traumáticas que no siempre son honorables. También trabajamos para quienes han perdido a sus madres, es fundamental permitirles sentir y atravesar el dolor de la pérdida. En lugar de ignorar o invalidar estos sentimientos, es vital buscar formas saludables de recordar a sus seres queridos, ya sea a través de rituales personales o compartiendo recuerdos con otros familiares.

El Día de la Madre, para quienes conviven con relaciones familiares difíciles, puede ser una oportunidad para reflexionar sobre estas dinámicas y buscar formas de sanar y establecer límites saludables. Esto puede implicar establecer comunicaciones claras, buscar apoyo terapéutico o simplemente tomar un tiempo para cuidarse y practicar el autocuidado.

Libro de Marta Segrelles, https://x.com/Fnac_ESP/status/1779868670002348090

En última instancia, el Día de la Madre nos recuerda la importancia de celebrar y honrar la diversidad de experiencias maternas. Ya sea que estemos celebrando el amor inquebrantable de una madre, recordando a aquellas que ya no están con nosotros o navegando relaciones complicadas o superando historias traumáticas, este día nos invita a reflexionar sobre el impacto profundo que las madres tienen en nuestras vidas y en nuestra propia identidad.