Vacaciones en familia: recomendaciones

Las vacaciones con niños ya no son lo que eran… Así son las vacaciones en familia?

Estabas ahí mirando el móvil, eligiendo ese destino que te encanta, y pronto recuerdas que eres madre/padre y te preguntas si tu peque va a disfrutar en ese lugar o si el viaje es demasiado largo, si va a ser capaz de adaptarse al cambio, si se pondrá malito/a por el aire acondicionado del transporte, si te va a merecer la pena todo el esfuerzo que tienes que hacer, y mil etcéteras y más.

Frustración y resoplas…

Las vacaciones ya no son lo que eran… cuántas veces has pensado en esa frase? Y es que las vacaciones en familia son otra cosa muy distinta a lo que hacíamos antes de ser padres. Pensar que mis hijos se adaptarán a mis vacaciones tradicionales, es negar que ahora somos un sistema familiar, las necesidades del grupo ya son otras, debemos tenerles en cuenta. Reconocerlo, vivirlo y aceptarlo hará que el período estival sea un precioso recuerdo.

Una vez que lo aceptas eres capaz de sentir la felicidad de imaginar a tu pequeño/a contento en el agua, poniéndote perdido con su helado favorito, aplaudiendo de alegría al ver el típico carrusel playero… Un vaivén de imágenes y dudas.

Cómo afrontar las vacaciones familiares? Los demás lo viven mejor que yo?

Aceptar que las vacaciones han cambiado es necesario para que no vivamos con desazón las dificultades y cambios que estamos experimentando. Aceptarlo nos abrirá el camino al disfrute de lo que pueden ofrecernos nuestros hijos. Quedarnos anclados en el pasado, nos hará estar desconectados en los momentos buenos. Poner el foco en lo que estamos viviendo, reconocerlo y sentirlo. Flexibilizando nuestras costumbres y dejando llegar lo nuevo a nuestras vidas, sin tantas resistencias, observando las necesidades y dando respuesta.

vacaciones familiares, recomendaciones de una psicóloga

Qué podemos hacer para que las vacaciones de verano en familia sean más sencillas?

+Prepara el viaje, va ser una gran diferencia para todos: una bolsita de juguetes, unas pinturas, pegatinas, juegos de retos cognitivos, una película, una playlist de canciones de sus dibujos favoritos.

+Involúcrales en el viaje. Haz que se ilusionen preparando la lista de cosas que tenemos que llevar, eligiendo sus juguetes favoritos u organizando su maleta, revisando el destino en google maps o leyendo con ellos aspectos del lugar al que vamos.

+Rellena los tiempos con parte de esos juegos, por ejemplo en los restaurantes, les permitirá entretenerse entre plato y plato para evitar en lo posible las pantallas.

+Valora las rutinas, puesto que ayudan al equilibrio mental en según qué edades. Los más pequeñitos las necesitan más, pero a partir de los 4 años muchos son capaces de cambiar puntualmente sus rutinas. Aquí entra en juego la flexibilidad familiar, aprender a flexibilizar es un valor para muchos momentos de la vida y es una apertura al disfrute.

+Evita comparar en exceso lo que eran antes las vacaciones y ya no son, porque eso nos acerca a un estado interno de negatividad y malestar. Nos hará sentir mejor aceptar que la vida cambia para todos, que la infancia es breve y también tiene momentos muy especiales.

+Poner el foco en hacer sencillos los días. En crianza lo fácil es lo que funciona. Elige planes tranquilos y cómodos donde poder conectar con la familia en lugar de preocuparte por un plan complejo.

+Mantén un clima hogareño, no olvides llevarte uno de sus peluches más queridos porque les ayudará a conectar con el nuevo destino. Le verás achucharlo con felicidad al llegar a su cama.

A modo de resumen…

A menudo veo en consulta madres y padres inmersos en conceptos de disfrute que les lastran para vivir las vacaciones. Va a ser un fracaso proponernos ser una madre/padre heroína capaz de hacer lo que nadie hace, retarse a esfuerzos físicos, relegar el descanso priorizando sacar el máximo partido al día, exigirse y exigir al bebé adaptarse a nuevos horarios para poder hacer más planes… todo esto son fuentes de estrés, regañinas a los peques, frustración y conflictos de pareja casi asegurados.

No olvidemos que son vacaciones de verano en familia, esto es, momentos de compartir y conectar, crear complicidad y hacernos una piña.

En resumen, la clave está en reconocer y aceptar que las vacaciones han cambiado, hacia otros rumbos, también especiales e inolvidables.

Te invito a leer mi artículo sobre la felicidad, justo en este punto de tu vida, aquí y ahora te va a venir bien revisar el concepto de felicidad y alegría.

Imágenes: Pexels.

Autora: Almudena Lebrero, Psicóloga Sanitaria.

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