Avanza el mes de noviembre y se lleva por delante la luz y nos trae el frío.
Seguimos organizando agendas, compras, planes, trabajo y nos repetimos que este año no nos va a coger la tristeza y agotamiento de otros años, que esta vez seremos positivos y cumpliremos todos los tips para cuidarnos.
Otro otoño más. Sentada frente a la taza de café hablando a solas contigo misma:
“Estoy como el tiempo”
“No tengo energía, estaré deprimida?”
“No encuentro el sentido a nada”
Respira, te pasa lo de todos los años, porque el cambio de luz que se produce en otoño es una fuente de inestabilidad emocional para muchas personas y además es un rasgo hereditario que te cuento más abajo.
Tu nerviosismo y autoexigencia por encontrarte bien son una respuesta de supervivencia para controlar el malestar que sientes en esta época del año.
Es miedo a no estar bien, a no sentirte con fuerzas para emprender el día de trabajo o tus responsabilidades habituales.
Es temor a sentirte vulnerable y repetir la historia de cada otoño.

En terapia lo vemos una y otra vez, personas valientes, comprometidas, sensibles, agotadas cada cambio estacional por intentar ignorar su falta de energía y desesperanza interior. Exigirte estar bien no es el camino.
El trastorno afectivo estacional, es un síndrome diagnosticado clínicamente y se considera el extremo más grave de un espectro de estacionalidad. Clínicamente, se han descrito dos tipos de estacionalidad: uno caracterizado por un patrón invernal y otro por un patrón estival de alteración del estado de ánimo depresivo.
Existe una predisposición biológica a sentirse afectado en el estado de ánimo y el comportamiento a causa de los cambios estacionales.
Existe una tendencia a que estos cambios anímicos sean hereditarios, especialmente la estacionalidad invernal. Estos hallazgos respaldan los esfuerzos continuos para comprender el papel de la luz, la vitamina D, el aislamiento, la inactividad, y su causalidad en el estado depresivo que se vive en el trastorno afectivo estacional.
Por eso hoy te recuerdo que no tienes que llegar a todo, solo a ti.
Y si este otoño eliges mirarte mejor?
Muchas gracias por tu tiempo. Pasa un gran día.
Madden PAF , Heath AC , Rosenthal NE , Martin NG. Cambios estacionales en el estado de ánimo y el comportamiento : el papel de los factores genéticos . Arch Gen Psychiatry. 1996;53(1):47–55. doi:10.1001/archpsyc.1996.01830010049008







