Las relaciones mantienen a flote nuestro equilibrio psíquico, como si de un islote se tratase. Las relaciones nos salvan de caer cuando la vida nos pone delante icebergs que sortear. Hablo de relaciones de todo tipo, familiares, amistades y por supuesto relaciones de pareja que aportan la seguridad y el amor necesarios para sentirnos envueltos en ese cariño protector de todo envite.
Cómo mantener una relación de pareja saludable?
Puede parecer una receta de cocina, y de fácil no tiene nada. Si hablamos de las bases de una relación de pareja saludable las claves pueden ser evidentes al lector pero todos sabemos que en la práctica podemos despistarnos y a ninguno nos viene mal refrescar la memoria:
CONFIANZA Y RESPETO
Éstos son dos aspectos básicos en cualquier relación humana, y que resultan fundamentales para poder construir una relación de pareja sana y duradera.
Para poder conectar realmente con el otro, tenemos que poder hablar sin juzgarnos, aceptarnos tal y como somos, sin querer cambiar al otro.
Debemos crear un vínculo en el que ni siquiera en los momentos de más tensión nos faltemos el respeto, y esta es una de las bases de una relación saludable. Amar al otro implica también respetarlo.
CONOCER NUESTRAS NECESIDADES, MIEDOS Y EXPECTATIVAS.
Resulta imprescindible para construir una pareja saludable conocer las propias necesidades, los miedos y las expectativas que pongo en la relación para saber qué busco y necesito del otro, pues la pareja no es quien va a cubrir todas mis necesidades, y debemos ajustar nuestras expectativas.
Muchas de las necesidades serán totalmente sanas y razonables; otras pueden reflejar problemas en tu modo de relacionarte, miedos y ansiedades, pero todas ellas van a influir de un modo u otro en tu relación. Si las conoces, podrás compartirlas con tu pareja para que te entienda mejor y podrás trabajar en aquellas que no son demasiado sanas para crecer individualmente.
Reflexionar sobre las expectativas que tienes sobre las relaciones de pareja, responder a preguntas como: ¿Qué esperas de tu relación y qué tipo de relación deseas? ¿Qué esperas de tu pareja y cómo esperas que se comporte contigo? ¿Qué es para ti inadmisible dentro de una relación de pareja? te ayudará a saber con más facilidad si la relación que has iniciado es la más adecuada para ti, además de analizar si tus expectativas son realistas.
APRENDER A COMUNICARNOS
Una buena comunicación requiere que ambos se esfuercen por expresar los pensamientos y sentimientos de forma adecuada, no sólo se trata de cantidad, es importante cuidar la calidad en los mensajes que transmitimos. Muchas veces tiene mayor impacto la forma y el lenguaje no verbal que utilizamos que el contenido concreto que queremos transmitir.
DEDICARSE TIEMPO
Es importante compartir tiempo de calidad con la pareja, no sólo estar juntos en las obligaciones y rutinas del día a día. La relaciones necesitan de experiencias compartidas para crecer, y pasando tiempo juntos cuidamos la relación de una de las mejores formas posibles.
Piensa en aquello que al conoceros os acercó, en las actividades que compartíais, en los gustos comunes. Recuerda las conversaciones cómplices y las risas compartidas que tanto nos enlazan en los primeros momentos. Esta mirada a los inicios de la relación nos ayuda a rescatar claves para mejorar nuestra relación de pareja.
DISFRUTAR JUNTOS Y POR SEPARADO.
Todos necesitamos nuestra privacidad y libertad, no es necesario compartirlo todo ni estar pendiente siempre el uno del otro, es enriquecedor tener espacios bien diferenciados para poder compartir experiencias e intercambiar opiniones.
En una relación de pareja sana ambos miembros consiguen un espacio para llevar también una vida social en la que puedan divertirse con su entorno y es que es necesario que cada uno tenga un espacio personal sin el otro para mantener la individualidad.
DEMOSTRAR CARIÑO Y EXPRESAR AFECTO.
No todos somos igual de cariñosos y habitualmente vemos como a muchos les cuesta forzar esta expresión del afecto, pero siempre es posible buscar nuevas formas para demostrar el amor que sentimos y que tanto necesitamos que también nos demuestren.
Recuerda que tú mejor que nadie sabes cuáles son esas pequeñas cosas que el otro necesita y le puedes dar, aunque para ti no sean significativas, hay pequeños gestos, favores o acciones que harán sentir mejor al otro, y en consecuencia, a ti también.
Compartir intimidad, el amor también se expresa con el contacto físico, más allá de las relaciones sexuales. Besa, abraza, acaricia y expresa cariño a través del cuerpo y sobrarán las palabras.
Sorprender al otro con nuevas ideas y acciones que no espera renueva la pasión e ilusión.
Decir «te quiero», a todos nos gusta escucharlo.
TOMA RESPONSABILIDAD POR TU PROPIA FELICIDAD.
Puedes elegir estar en una relación y buscar felicidad en ella, pero no es tu pareja quien tiene que mantener tu estabilidad emocional, siempre depende de uno/a mismo/a encontrar la seguridad y satisfacción en el día a día.
Una relación de pareja puede ser una gran oportunidad para aprender muchas cosas a cerca de ti, de tu forma de relacionarte, de tus problemas, creencias, valores y metas.
Ese aprendizaje no solo te aportará una valiosa información acerca de quién eres, sino que te servirá para conocer mejor en qué aspectos necesitas mejorar y te permitirá crecer personalmente.
Tu felicidad depende de ti.